Cuando escucho la palabra summer (verano en inglés), en mi imaginación siempre aparece un helado. No es que sea devoradora de helados pero son bonitos y suaves. Y s u m m e r suena bonito, y suave, y fresco, a brisa, a humedad, a olor de sandía. No suena igual summer que verano. No.
Dicen que este año vamos a disfrutar de poco verano, que será una temporada estival atípica y que calor, calor, no hará mucho y que los días cálidos y la brisa del mar, tardarán un poco más en llegar.
Vaya.
Se me ha ocurrido que para atrapar el verano entre mis sentidos, aunque se haga de rogar, voy a buscar una imagen especial cada semana, una que evoque los mejores de mi vida, que me haga recordar y experimentar la delicadeza y el entusiasmo que sólo el calor, el agua salada, los días largos y las noches cortas de verano saben transmitir. Y, claro, la voy a compartir aquí para quien quiera sumarse a este instante de placer transparente.
Para estrenar esta sección... agua fresquita.
Feliz fin de semana.
P.D: Un post relacionado: piscinas públicas y privadas para soñar!
(Imagen de fuente desconocida via Amanda)
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