En mi último post para Magacín, dentro de la serie de "Consejos para lucir medianamente chic tras convertirnos en mamis" (tarea harto difícil), hablo de una clase de belleza mucho más importante de conservar, la que nos aporta el equilibrio emocional que a veces se tambalea en los primeros meses de esta nueva etapa.
Un extracto del post:
(...) Para mi, ser mamá significa haber tenido la fortuna de conocer al amor de mi vida. (...) Pero como en todos los grandes amores de la historia, para llegar a disfrutar plenamente de él hay que pasar algunas tormentas, y encontrar la armonía no siempre puede ser tan fácil como habías imaginado. Por eso, aunque normalmente en estos posts os hablo de algunos de los trucos que he ido descubriendo para lucir chic a pesar de la falta de sueño y del agotamiento que supone ser mamá, me parece igual o más importante hablar de lo que casi nadie cuenta. (...)
Podéis leer el resto en Magacín aquí y, si os apetece, también mirar algunos post anteriores de mi columna "From East to West" aquí. Gracias por vuestro apoyo, como siempre digo, que leáis lo que escribo hace posible que siga escribiendo.
Foto via s o m e p e o p l e.
Carol, el post de hoy es increíble. No has podido describir mejor mis sentimientos de estos últimos meses. Jo, me han saltado las lagrimas!! Precioso!
ResponderEliminarUn abrazo muy muy fuerte desde Pamplona.
Muchas gracias, y gracias por leerlo. Siento que te hayan saltado las lágrimas en el trabajo, eso si! :) Un beso muy grande para ti también.
EliminarNo te preocupes, no me vio nadie, y aunque así hubiese sido, pues nada, no hay que sentir vergüenza por emocionarse!! Eso sí, no sé si a ti te pasará, pero desde que soy "mami" me sale la lagrimilla con una facilidad... qué sensible estoy! Y la gran mayoría de las veces por cosas bonitas, como ayer con tu post en Magacin!! Besitos!
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