Que Jeff Harris se haya sacado un autorretrato diario durante catorce años, sin importar dónde y qué estuviera haciendo, sin faltar un día, reflejando tanto las alegrías como los grandes retos de su existencia -incluyendo un cáncer nada sencillo de superar- no sólo me parece uno de los proyectos artísticos más fascinantes que he visto, sino una lección de vida que creo que no olvidaré fácilmente.
No sé cómo explicarlo, me parece brutal y crudo pero muy positivo al mismo tiempo. Gracias también a ti por compartirlo.
ResponderEliminarGracias a ti por venir a verlo.
EliminarUn beso grande!