30 de mayo de 2013

Aquí los únicos que sueñan son los angelitos esos


Vale, Teo es un ángel. Eso dicen todos. Es generoso, dulce, gracioso, ocurrente, cariñoso, paciente, independiente y, según mi madre, el único niño del mundo que come arroz hervido con zanahoria hervida sin rechistar tras pasar dos días con vómitos. Esto me hace recordar el único libro que leí durante el embarazo, El Secreto de tener bebés tranquilos y felices- que compré porque tras leer el título oí una voz en mi cabeza que respondía "sí, por favor"- donde la autora, experta comadrona y la Supernanny original, catalogaba a los bebés en varios tipos, entre ellos el bebé susceptible, el tranquilo y el angelito. Mi cuñada decía "Teo es el angelito, estoy segura: angelito". Yo quería creer que sí pero tampoco conocía más bebés, ni susceptibles, ni demonietes, ni ningún otro, así que suponía que llevaban razón, aunque el reflejo que me devolvía el espejo cada mañana indicara lo contrario.

Ahora con dos años creo que sí puedo asegurar que es el angelito del que apuntaba maneras desde tan bebé, como decía en la primera línea. 

PERO...
... aún no duerme como todos los padres del parque, los artículos de revistas de bebés que no quiero leer y me llegan por email y los abuelos (suyos y los de otros niños) dicen que debe dormir. Y no se si hay suficiente tapaojeras en el mercado cosmético mundial para disimular las mías ya.

Voy a explicarme. Gracias a la bendita homeopatía (escribiré sobre esto más adelante; creo que puede resultar útil e interesante), conseguimos que, después de un año y tres meses sin llegar a pegar del todo pestaña con pestaña durante la noche, durmiera del tirón; o casi. Ahora bien, el momento de quedarse dormido es otra historia. 

Seguramente la mayor parte de la culpa de que a Teo le cueste un buen rato coger el sueño es mía. No me van los métodos de dejarle llorar solo en su cuna hasta que aprenda a dormirse y experimentos por el estilo. Y, si tenemos algún día otro hijo, se que seguiré en contra. Cada padre y madre tienen su sistema y saben qué es mejor para su hijo y dónde están sus limitaciones. Estoy segura de ello. Para el mío, un niño muy sensitivo, no quiero sufrimientos, sino contacto y cariño en todo momento. Así que, durante todo este tiempo, lo hemos dormido con mucha paciencia, cantándole, acariciándolo, y permaneciendo a su lado hasta el momento en que cae rendido. 

Por supuesto, hemos pasado por todo tipo de etapas: dormirse casi sin ayuda milagrosamente y gracias a la constancia de Juan, dormir con nosotros muchas veces, despertarse sin motivo en medio de la noche con ganas de jugar (¿¿¿¿???? WHAT???? Afortunadamente fueron sólo tres ocasiones), etc. Al mudarnos, confieso, deshice en poco más de dos dos días todas las horas de trabajo que costó conseguir que se durmiera prácticamente solo y en su cuna cada noche; lo hacía ya con bastante rapidez además. Durmió conmigo mientras Juan estaba de viaje por trabajo y ahora le cuesta volver a su cama. Tras leer uno de sus cuentos, prefiere adormecerse junto a nosotros, y que lo pasemos más tarde a la cuna. 

En fin, ya estoy en ello, en volver a acostumbrarlo. Obviamente, me toca.

Pero ayer se me ocurrió una cosa. Repentinamente, me vino a la cabeza que a mi también me cuesta quedarme dormida. Lo mío no es posar la cabeza en la almohada y en dos segundos estoy k.o. Nada de eso. Necesito mínimo diez minutos, a veces veinte o más, incluso estando realmente cansada, y también me despierto con facilidad. Sueño ligero lo llaman, ¿no? Sin embargo, hay otro tipo de durmientes. Juan, al contrario que yo, se duerme antes de decir "ches" mientras me da las "buenas no-ches", y no lo despierta ni una hormigonera en la cama de al lado.

Tanto dicen sobre educar el sueño... Y ¿no será que Teo, simplemente, es como yo? Le cuesta un rato quedarse dormido, se despierta en algunas fases de su sueño (no en todas) si se hace ruido y no necesita muchas horas para sentirse descansado. Suena muy familiar. ¿Seré yo así porque no me educaron el sueño o simplemente porque, como siempre, todos somos distintos de los demás y cada uno tiene su manera de ser y su estilo, incluso para pasar la noche en pijama? Mi madre cuenta que cuando yo era un bebé la tenía frustrada, porque no quería dormirme en sus brazos ni por asomo. Quería estar en mi cuna y que nadie me diera la murga, sin demasiadas caricias ni achuchones, que ya solita me iba durmiendo. 

Curioso; exactamente igual que ahora.



6 comentarios:

  1. En las temporadas en las que hemos tenido que pasar mucho tiempo durmiendo al peque, me ha consolado pensar que, sin tardar mucho, Teo deseará dormirse solito y sin que nadie esté rondando. Cuando llegue ese momento, espero tener el depósito de "dormirnos pegaditos" lleno a rebosar.

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    1. Y contigo cerca, también rebosando a diario el de amor del bueno.

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  2. Teo es precioso, eso lo primero :) Lo del sueño creo que nos trae de cabeza a muchas. Para mi lo de dejarla llorar también está fuera de la question, y el resto ya irá aprendiendo, ahora solo sabe dormirs eachuchadilla y con la teta en la boca, cosa que tampoco es que me moleste, pero me canso de escuchar lo mal que está... Al final un día también pensé (y te digo esto escribiendo a las tres de la mañana) a ver si la niña es como su puñetera madre, y le cuesta dormirse, y ya esta´?

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    1. Me ha llegado directo al corazón que me escribas a las tres a.m. Y también que estemos de acuerdo. Mira, cuando me preguntan por un consejo de cara a estrenar maternidad, siempre digo esto: no soy nadie para dar consejos, igual que creo que nadie lo es, porque lo que le funciona a uno, no le funciona a otro. Por eso creo que lo que hay que aprender es a taponarse los oídos y decir "mmm, si, ay gracias" mientras te dan esos miles de "desconsejos", que ya seguirás tu instinto en lo que se refiere a tu bebé. Que, por cierto, NUNCA falla!

      ¿Qué te parece? Mucho rollo? No lo puedo evitar!

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  3. Uff, excepto anoche, que Peque nos dió la peor noche de su vida, me resulta conocido. No suelen ser malas, con pocos o ningún despertar, y más bien cortos, pero lo de que "coja" el sueño nos cuesta una barbaridad, aunque últimamente estaba pensando como tú, que a mí también me cuesta dormirme y que cualquier rudio me despierta y me desvela, así que probablemente Peque ha heredado eso de mí ¿podría ser?.
    Besos.

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  4. Peque no suele dar malas noches, tiene pocos despertares, o ninguno, y suelen ser cortos. El problema es que "coja el sueño", podemos estar más de una hora.
    Pero últimamente estoy pensando como tú: yo tampoco me duermo enseguida, suele costarme bastante, y cualquier ruido me molesta, me despierta y me desvela. ¿No será que Peque ha heredado mi forma de dormir? ¿Podría ser?

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