Instagram a la nevera

Si os gustan las neveras repletas de imanes, éste va a ser vuestro nuevo vicio. Si no os gustan y os parecen hasta horteras, Stickygram cambiará vuestra manera de verlo... y lo convertirá en vuestro nuevo vicio. Estoy segura.

Esto es como esa cosa que las mujeres tenemos por los cojines y que los hombres nunca entenderán: nos encantan y punto. Pues convertir las fotos de nuestra cuenta de Instagram en imanes para la nevera, ¿acaso no suena como un buen deco-plan? Gustos aparte, si no conocíais este servicio, voy a contaros mi experiencia con el genial equipo que fabrica los Stickygrams. 

En Mayo envié a mi hermano por su cumpleaños un set con fotos de Teo. Como ya he contado, mi hermano vive en Shanghai. Bien, unas tres semanas después, el paquete aún no había llegado. Al mismo tiempo, un regalo que él mismo había remitido desde allí para mi madre -pues cumplen con dos días de diferencia- también se estaba retrasando más de la cuenta. Al parecer, no es infrecuente que esto suceda; China es así. Bastante decepcionada porque no había llegado mi original regalo, contacté al servicio de atención al cliente de StickyGram contándoles la situación. Bueno, pues en el email que recibí como respuesta, además de sentirlo, me informaron de que al día siguiente enviarían otro set de nuevo a Shanghai, igual que el que había encargado y ¡sin coste adicional! Y aún hay más: les di otra dirección diferente, para asegurarme de que el cartero lo entregaría en horario de oficina, y tampoco pusieron ninguna pega. Todo sonrisas y con una rapidez pasmosa. Diez días más tarde, los imanes de Teo estaban en la puerta de la nevera de mi hermano y mi cuñada.

Instagram es un precioso diario. No imagino qué futuro le espera a esta red social, pero son tantos los recuerdos que colgamos allí, que pensar en que algún día ya no los tendremos, porque perdimos los archivos, porque cerró la red o porque no imprimimos los suficientes, sería una verdadera pena. Aunque soy de las que opinan que colocar imanes sobre la puerta de un congelador rara vez no queda macarra o excesivamente cursi, cubrir la nevera de arriba a abajo con fotos de las aventuras de nuestra familia sí que me parece un plan de los buenos.

Voy a ponerme a ello.

Nota: El proceso es facilísimo. Entras en la web, conectas con tu cuenta Instagram y eliges las fotos. Sin coste de envío y en una semana, o menos, en casa. Llegan en un sobre rígido con cartón para proteger el contenido, todos los imanes juntos en una misma hoja y fáciles de separar y con una calidad de impresión tan significativa que deja ver enseguida que no es un producto que se haya hecho deprisa y corriendo, sino con mimo. Tratan el producto exactamente igual que tratan al cliente. Qué gustazo.