18 de julio de 2013

Embarazo: mi amiga y su barriga


Neuras puntuales y etapas neuróticas más largas de lo que se puede soportar, las hay. Y, aunque la barriga cuartocreciente hace que las fieras que despiertan esas neuras incompresibles a nuestro alrededor, permanezcan más o menos mansas, saber que tienes una amiga que no finge estar tan fastidiada como tú, sino que realmente lo está, es un alivio mayúsculo. ¿O no? Salir de casa con el entrecejo más fruncido que un shar pei e ir a dar con alguien a quien se le tuerce el gesto exactamente igual que a ti cuando le cuentas que tu chico no cierra la puerta del armario tras vestirse, o que la cuna que querías ya no la hay con dibujo de jirafa sino de elefante, o que es intolerable que ese te moruno no lleve un poco más de hierbabuena... es un gustazo. 

Un enorme e infinito gracias a todas las buenas amigas del mundo que nos soportan en lo bueno y en lo menos bueno. Sin vosotras, no podríamos ser nosotras mismas, es decir, sentirnos libres.

7 comentarios:

  1. ¡Ole! ¡Ole! ¡Ole!

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  2. Cuento los días ya para encontrarme con las mías! 37!!! :D

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  3. Gracias a las amigas que no idealizan el embarazo!!
    Los océanos hacen que las buenas amigas se añoren y se quieran mas aún :-)

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    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. El mismo amor te tengo que cuando puerta con puerta, chiqui. Hay cosas que ni un mar y un océano pueden cambiar.

      Besitos titi

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