18 de abril de 2012

Not just a mum: mom's closet/ el armario de mamá


Últimamente me llegan muchos emails con las novedades en moda y accesorios de varias tiendas online, quiero decir que he notado que los recibo con más frecuencia de lo que estoy acostumbrada. Debe ser porque como se acerca el buen tiempo, es más fácil que te hagan efecto las newsletters cargadas de cosas bonitas, fresquitas y de colores, porque te cogen con ganas de primavera. También empiezo a ver por la calle a chicas y mujeres con detalles primaverales, el abrigo está siendo sustituído por chaquetas en tonos alegres, los pendientes se están volviendo más vistosos y también veo mayor número de faldas que incluso a veces, están dejando ya a la vista piernas de carne y hueso y no sólo leotardos gruesos de canalé.

Me gusta cuando llega esta época. El sol, el azul más intenso en el cielo, la floración de los árboles en cuestión de semanas (y observar su asombrosa transformación) me ponen de muy buen humor. Y también, quiero decirlo, los tonos vivos en la ropa de las personas con quienes me cruzo y los tejidos ligeros, sobre todo los vaporosos, también me ponen de buen humor. No me entendáis mal, ya os he confesado que soy la fan nº 1 del otoño, no estoy engañando a mi estación favorita diciendo esto, pero al menos durante unas cuantas semanas, tal vez puede que incluso cuente meses, hasta que llegue el calor intenso que ya no hace tanta gracia, esta luz que llega por todos lados me hace sentir bien.

Sin embargo, tengo una pregunta que me ronda por la cabeza y que me encantaría hacerla a las que sois madres: 
Desde que tenéis a vuestros hijos y el tiempo para vosotras mismas se ha visto reducido, en muchos casos, al máximo, ¿os preocupáis por qué poneros diariamente? Quiero decir, si os plantáis delante del armario y pensáis en un conjunto específico para ese día, si os sorprendéis mirando las tendencias de la moda de esta temporada, si os acordáis de adornaros, una vez vestidas, con esos pendientes que van perfectos con esto o ese collar de aquel puesto de Praga... ¿Lo hacéis?

Yo no; ya no. A mi me gusta la ropa, creo que a todos nos interesa de alguna manera la moda, pues entiendo que la manera en que cada uno se viste no es otra cosa que una expresión artística de su propia personalidad. Rara vez no coincide lo que sugiere el aspecto estético de una persona con su carácter y su manera de ver la vida. Hasta ahora, por lo que dicen mis allegados, he tenido un estilo bastante propio, y lo cierto es que me gusta mezclar e inventar, dentro de mi sobriedad (sobriedad ahora que soy más mayor, porque en mis veinte la sobriedad no estaba en el vocabulario de mi armario). Así, pues suelo llevar las rebecas del revés, con los botones en la espalda y sin camiseta ni camisa debajo, me gusta mezclar estampados, por ejemplo rayas con flores, y no se cómo, suelo empezar a usar cosas que un año más tarde veo en todos los escaparates, y para entonces ya lo tengo arrinconado al fondo del cajón. Esto no se porqué y cómo sucede, pero cuanto menos me resulta raro. 

Pues bien, aunque mi afición sigue siendo la misma, y puede que hasta mi intención, lo que no ocurre ya es la fase de ejecución. Desde que soy madre creo que puedo contar con los dedos de una mano los días que me he detenido frente a mi armario y también los días que me he puesto pendientes (cuando antes no salía de casa sin pendientes, me encantaban). No tengo tiempo de pensar en mi conjunto ideal para ese día, y las tendencias que sigo se reducen a lo siguiente: abrir el cajón de los pantalones y coger uno de los que estén más arriba; abrir el cajón de las camisetas y coger una de las que estén más arriba; abrir el cajón de los jerseys y coger uno de los que estén más arriba, abrir el armario y coger una chaqueta que no desentone con mis All-Star, que son los zapatos que más uso. Sin pendientes ni pulseras. Y un plus: muchas veces, cuando ya estoy en la calle, me doy cuenta de que tengo restos de papilla de cereales en mi jersey a la altura del hombro o por la parte interior de la pierna en el pantalón...

Pero ¿sabéis qué? No me importa, es más, es mi nuevo estilo: básico+básico+fondo de armario+papilla de bebé.  Y estoy encantada con él.

¿Qué me decís vosotras? ¿Os ha pasado como a mi o sacáis tiempo más que merecido para poneros bien guapas? ¿Y qué hay de los hombres? ¿Os ha afectado en ese aspecto el convertiros en padres? Me muero de ganas por saber.

Lately I've been receiving many emails with the latest in fashion and accessories from online shops, I mean I've noticed that I get them more often than I'm used to. It must be because as the nice weather approaches, it is easier to catch your eye by newsletters full of beautiful things, fresh and colorful, because you are in spring mood. Also I'm starting to see women with details of spring at the street, coat is being replaced by jackets in bright colors, earrings are becoming gorgeous and I see a higher number of skirts which even, sometimes, are letting to see legs of flesh and blood, not just thick ribbed tights.

I like it when this time comes. The sun, the more intense blue in the sky, the trees bloom within weeks (and watching its amazing transformation) put me in a good mood. And also, I got to say, the bright colors on the clothes of people at the streets and lightweight fabrics, especially the gauzy ones, put me in a good mood too. Don't get me wrong, I have already confessed that I am fan of Autumm, I'm not cheating on my favorite season, but at least for a few weeks, perhaps I might even count some months, until the intense heat arrives, which is no longer so funny, this light that reaches from everywhere makes me feel great.


However, I have a question that haunts me head and I'm dying for hearing from the ones of you are already moms:
Since you have kids and the time only for yourself has been reduced to nothing in many cases, do you worry about what clothes wearing daily? I mean, if you place in front of your closet and try to guess a specific outfit for the day, if you find yourself looking at fashion trends, if you remember to accessorize, once dressed, with those earrings that match perfect with this, or that necklace from the flea market in Prague... Do you?

Well, I do not, no longer. I like clothes, I think we are all interested in fashion somehow, because I understand that the way everyone is dressing is nothing but an artistic expression of his own personality. Rarely mismatch suggesting the aesthetic appearance of a person with character and outlook on life. So far, so say my friends and people around me, I have a very own style, and the truth is that I like mixing and inventing, within my sobriety (well now that I'm older, because in my twenties I didn't speak sobriety). So, I often wear cardigans with the buttons on the back, I like to mix patterns, as stripes with flowers, and don't know how but I usually start wearing things that a year later I can see in all windows shops when, and then I already put it cornered at the bottom of the drawer. I really don't know why and how it happens, but I find it kind of weird.

Well, even though my passion is still the same, and maybe even my intention, which is not happening is the implementation phase. Since I became a mom, I think I can count on the fingers of one hand the days I stopped in front of my closet and also the days I wore earrings (not so long ago, never left the house without earrings, I loved them). I have no time to think about my ideal outfit for the day, and trends I follow come down to this: open the drawer of pants and take one of those which are above, open the drawer of t-shirts and take one of those which are above, open the drawer of sueters and grab one those which are above, open the closet and pick a jacket that does not clash with my All-Star, which are the shoes I almost always wear. No earrings, no bracelets. And a bonus: many times when I'm already on the street, I realize that I have baby food on my sueter, up to the shoulder or inside of the leg on my pants...

But you know what? I don't care, indeed, this is my new style: basic + basic + wardrobe staple + baby food stain. And I'm delighted with it.

What about you guys? Are you just like me or do you get your well deserved time to doll up? And what about the men? Do you guys have affected about this since you became fathers? I'm dying to know.

Foto del pequeño-rodillas de bizcocho gritando (seguro) "mamáaaa!" via Pinterest. Top photo of the caked-knees chubby boy shouting "mamaaa!" (quite sure) via Pinterest.

2 comentarios:

  1. Yo con el embarazo me bajé de los tacones, y ahora después de seis meses, sigo sin ellos (y era de tacones diarios)!! También he abandonado los accesorios, collares, anillos y hasta el reloj! MiniM es todavía muy bebe y tengo miedo a hacerle daño en la cabecita al cogerla, al cambiarla... Creo que es inevitable no reflejar en tu modo de vestir el cambio tan radical que ha dado nuestra vida, aunque yo espero que sea transitorio! Besos desde Pamplona!

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    1. Jo, pues no se si será transitorio. Mira, llevo tanto tiempo sin usar accesorios que cuando trato un día de ponerme pendientes, me veo como una zíngara! Así que mis pendientes de siempre, acumulando polvo están. Y el joyero de mi madre se ha quedado más amplio de espacio tras mi visita de estos días... Besos a mis eMes bonitas! Y al M de la J también!

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