Hace unos meses ya que vi este vídeo del nuevo ballet del coreógrafo Justin Peck para el NYC Ballet. Entonces era sólo un vistazo que nos dejaban echar por una mirilla antes del estreno, que tuvo lugar el 8 de Mayo.
De niña, fui bailarina durante varios años. Lo adoraba. Por una mala decisión motivada por miedo, llegada a cierta edad, dejé de ir a clases, pero nunca dejé de bailar. Aún lo hago, siempre saco un momento; a veces ocurre mientras coloco la ropa recién lavada y plegada en los armarios; otras, tras recibir la llamada de algún cliente que me encarga un proyecto que me ilusiona especialmente; también pasa con frecuencia cuando sale el sol (y calienta) en los días de invierno. Siempre es buen momento para un plié o un arabesque :)
El ballet me emociona. A veces, aún pienso cómo hubiera sido mi vida si hubiera continuado, si hubiera intentado ser profesional. Viendo este vídeo, con los edificios de Nueva York tras el ventanal, en ese local de ensayo, con esta música… -aquí es cuando me convierto en mala persona- me imagino soltera, sin hijos y bailando en NY. Sólo un minuto, y luego vuelvo la cabeza para ver a mi precioso Teo jugando al parchís en el sofá con su erizo.
Foto del Ballerina Project.
Seguro que habrías sido una exitosa bailarina, pero ahora, cuando se apagan las luces, tienes a Teo creciendo en casa, de otra manera a lo mejor sólo crecía la soledad
ResponderEliminarseguro teo baila contigo, y el erizo también ^^
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