Ayer sufrimos un temporal un poco fuerte, de esos que duran un día, pero que ponen las alertas y las sirenas de color naranja intenso y hacen que las autoridades se remanguen nerviosos para aconsejarnos que no salgamos a la calle, y así no les podamos reñir si pasa algo. Aquí, cuando el tiempo se vuelve violento y llueve con ganas de arrancar troncos, llega un momento en concreto en el que el cielo se pone amarillo, casi apocalíptico, y el mar violeta. Una extraña calma de fondo lo acompaña, quietud ensordecedora… Ayer, justo en ese instante, levanté la vista de mi portátil y vi el cielo, tan dorado, advirtiendo. Entonces, justo en frente de mi, sobre el agua lila, un hombre haciendo paddle surf. Tranquilamente, remando no se hacia dónde, mientras la lluvia caía sin cesar sobre él.
Qué belleza contemplar a las personas que viven "momentos" porque saben ver la parte buena de las cosas.
Y cuánta belleza esconden las nubes.
Qué video tan bonito.
ResponderEliminarYo creo que, con un poco de entrenamiento, todos podríamos aprender a ver ese lado bueno de las cosas. Pero hay que ponerle interés y darse tiempo, estamos demasiado acostumbrados a quejarnos por todo y no hacer nada al respecto.