20 de abril de 2012

The beauty in things: my plan B story / la historia de mi plan B


Gracias a internet y a algunas revistas, he podido leer innumerables historias sobre personas que decidieron abandonar el que hasta ahora había sido su medio de vida para lanzarse e intentar proyectos laborales que a primera vista parecían mucho más arriesgados que lo que ya hacían. La mayoría de ellos, cansados de sufrir demasiado estrés o de sentirse cada vez más infelices, dejaron atrás largas carreras profesionales en la banca, en bufetes de abogados, en estudios de ingeniería, etc, también dejando así de percibir sueldos elevados que les permitían un nivel de vida al que pronto se tendrían que desacostumbrar. 

Estas historias siempre me han conmovido por varias razones. Una de ellas es que me emociona que haya tantas personas que renuncien a la comodidad de una rutina y a muchos lujos por buscar su propia felicidad; que prefieran vivir más cansados, con menos posibilidades económicas y con mucha incertidumbre e inseguridad, pero felices. Otra es que en estas historias encuentras personas de todas la edades, es decir que nunca es tarde para buscar tu propio camino. Y la última es que siempre quise ser una de estas personas, y pensar en la posibilidad de lanzarme, me hacía sentir mariposas en el estómago y un nudo en la garganta, todo ello de emoción.

Mis pasiones siempre fueron dibujar y escribir pero, como tantos de mi generación en España, enfoqué mi carrera profesional hacia otro lado "más seguro". Nunca me sentí cómoda del todo, ni en la universidad ni en los distintos puestos en los que he estado en los últimos siete u ocho años,y debo decir que algunos de ellos han sido realmente interesantes y creativos. Pero no tanto por el trabajo a realizar, sino más por las personas que me rodeaban y el ambiente. Cuando no estás en tu elemento, te sientes como pez fuera del agua, supongo. Lo se porque al sentarme a dibujar en mi tiempo libre, las horas pasaban (y pasan) sin darme cuenta y me sentía de verdad feliz. Después de un largo día de trabajo y responsabilidades, podía dibujar hasta las tres de la madrugada, y ni siquiera sentía sueño. Lo mismo al escribir mis relatos.

Una vez nació Teo, el trabajo quedaba aparcado obligatoriamente por unos meses. Además se dio la circunstancia de que pocos días antes del parto tuve que dejar mi empleo porque la empresa para la que trabajaba se encontraba en dificultades económicas, por lo que llevaba varios meses sin cobrar lo que me correspondía.  Fue en ese tiempo, mientras aprendía a ser madre y a conocerme a mí misma mucho más profundamente, a aceptarme y a darme cuenta de que era capaz de mucho más de lo que pensaba, cuando cogí las fuerzas para lo que hoy estoy haciendo, intentar vivir de mis pasiones. Al pasar los meses de baja por maternidad, que aquí en España son cuatro, hice alguna entrevista buscando cualquier puesto medio interesante en el que pudiera encajar con mi nueva condición de mamá, pues me partía el corazón pensar en dejar a nuestro bebé tan pequeño todo el día con otras personas y sin verlo crecer. Nosotros no tenemos familiares aquí, así que debíamos dejarlo en una guardería o contratar una canguro a tiempo completo. En España no hay ayudas sociales y en Barcelona las guarderías son carísimas. Las canguros, por supuesto, cobran un sueldo completo. Por tanto, el trabajo que debía encontrar para mi, debía ser por un sueldo alto, para poder afrontar todos los nuevos gastos.

No vi claro entonces lo de trabajar todo el día fuera de casa por un dinero que en gran medida iría a parar a las manos de una persona desconocida que contrataría para cuidar de mi bebé. En vez de eso, ¿por qué no lo cuidaba yo? Supongo que tantas mujeres nos vemos en esta situación... Dejar tu carrera profesional a un lado durante un tiempo indeterminado para ser mamá. Y a pesar de lo que muchos puedan pensar, es una decisión terriblemente difícil. Ninguna mamá quiere dejar a su bebé tan pronto, y ninguna mujer quiere dejar de ser la mujer que era y que le ha costado tanto esfuerzo llegar a ser. Pero me parece que la realidad es que las mujeres, una vez nos convertimos en madres, sentimos más fuertes los latidos del corazón de nuestro bebé que los del nuestro propio. Por eso, hacemos lo que haya que hacer, sea incorporarte a tu trabajo a los pocos meses o sea abandonar tu carrera para cuidar de él, y nos guardamos nuestros sentimientos al respecto muy dentro, muy dentro, en un lugar nuevo que creamos justo en ese momento y que nos servirá de cofre secreto más de una vez.

La decisión que tomé finalmente creo que está clara para los que leéis este blog. Como ya había trabajado desde casa antes (había tenido esa suerte), sabía lo que era y lo que pedía a cambio. Así que di el paso hace unos meses para dedicarme por completo a lo que me apasiona hacer y lo que mejor se hacer, y me siento feliz. De verdad, feliz. Trabajo las horas que haga falta, y son muchos los días que me voy a la cama ya de madrugada, duermo cuatro horas y me despierto a las siete porque Teo me reclama. Escribiendo, dibujando, mientras duerme la siesta, cuando está de paseo con la maravillosa canguro que lo cuida tres horitas desde hace un par de meses, en los minutos que me quedan entre prepararle la comida y dársela, etc, etc. Hago malabares, como puedo y cuando puedo, pero lo hago, y os lo aseguro, con muchas ganas y con una sonrisa.

Creo que hacer lo que más te gusta hacer no lo percibes como un esfuerzo ni como un trabajo, por tanto el rendimiento es altísimo y la voluntad inagotable.

Estoy progresando en mi nueva actividad y esto más me satisface aún. Os iré contando estos progresos. Por ahora, muchísimas gracias a todos los que me leéis aquí en el blog, de verdad, significa todo para mi.

Que tengáis el mejor fin de semana. Besos, hasta el lunes :)

P.D: Por si os apetece leerlas, os dejo algunas otras historias de plan B.
La de Wendy.
La de Yokoo.
Y algunas no salen bien del todo, claro. Pero que no sirva para desanimar, si lo pongo aquí es porque hay que valorar todo antes de lanzarse.

Thanks to the internet and some magazines, I have read countless stories about people who decided to give up what until now had been their livelihood to launch and try to work on new projects than could seem much riskier, at first sight, than those they already did and knew. Most of them, tired of having too much stress or feeling increasingly unhappy, left behind long careers in banking, law firms, engineering studies, etc., also leaving of earning high salaries that allowed them a standard of living which they will soon have to forget.


I've been always touched by these stories for several reasons. One is that I am thrilled that so many people choose giving up the comfort of a routine, and even some luxuries by seeking their own happiness, they prefer to live more tired, with less economic chances and a lot of uncertainty and unsafety, but happy. Another is that in these stories you can find people of all ages, so it is never too late to find your own way. And the last one, is that I always wanted to be one of these people, and think about the possibility of throwing myself forward and following my dreams, made me feel butterflies in the stomach by thrill.


My passions have always been drawing and writing but, as many of my generation in Spain, I focused my career on some "safer" area. I never felt comfortable at all, neither in college nor in the jobs where I've been in the last seven or eight years. But not so much because the work to be done, but by the people around me and the environment. When you're not in your element, you feel like fish out of water, right? I know because when I sat down to draw in my spare time, the hours passed (and pass) without realizing and I felt really happy. After a long day at work, could drawing up to three in the morning and didn't even feel sleepy. Just the same thing by writing my stories.


Once Teo was born, the work was necessarily stopped for a few months. Besides, there was the fact that a few days before the birth, I had to quit my job because the company I was working for was in financial difficulties, and I spent several months without earning my salary. It was at that time, while I was learning to be a mom and knowing myself much more deeply, accepting myself and realizing that I was capable of much more than I thought, when I got the strength for what I'm doing now, trying to live from my passions. When the months on maternity leave went by, here in Spain are four, I did some interview looking for any interesting job where I could fit with my new status as a mom, because thinking about leaving our teeny baby all day long with other people while I couldn't see how he was growing up, broke my heart. We have no family here, so we had to leave him at a day care or hire a nanny full time. In Spain there is no social assistance and child care centers are very expensive here in Barcelona. Babysitters, of course, have to be paid with a good salary. Therefore, the work I had to find should be paid with a high salary in order to meet all new spending.


I could not see it clearly this thing of working all day out for money that would go largely into the hands of an unknown person, hired to take care of my baby. Instead, why don't I take care of him? I guess we are so many women in this situation... Let your career aside for an indefinite period to be a mom. And despite what many may think, is a terribly difficult decision. No mom wants to leave her baby so soon, and no woman wants to stop being the woman she was and that cost her much effort to become. But I think the reality is that we women, once become mothers, feel stronger our baby's heartbeats than our own. So we do what we have to do, no matter if it's coming back to your work a few months later your kid was born or leaving your career to care for him, and we keep our feelings about it deep inside, very deep inside, in a new place that we build that time and will be our secret box more than once.


The decision I finally made, I guess is clear to you who read this blog. As I had worked from home before (yes, I had been so lucky), I knew what it was and what it wanted in return. So I moved on a few months ago to work in what I really love to do and what I do best, and I feel happy. Really happy. I'm working all hours needed, and many days I go to bed at dawn, sleep only four hours and wake up at seven because Teo calls me. Writing, drawing... each minute he's napping, when he's on a walk with our wonderful babysitter who cares him for three hours since a couple of months, in those free minutes between I'm doing his lunch and I'm feeding, etc. I'ts a juggling act, as I can and when I can, but I do it, and I assure you, motivated and with a smile on my face.


I believe doing what you like is not perceived by yourself as an effort or as a job, so the yield is high and your will inexhaustible.


I'm making progress on my new job and this still satisfies me more. I'll tell about. For now, thanks a lot to you all who read here the blog. Really, it means the world to me.



Wish you the best weekend. See you on Monday :) xoxo

P.S. Here some more plan B stories, if you'd like to read.
Wendy's.
Yokoo's.
And some don't end as we dreamed. But please, don't want you to be in a bad mood, if I post this one is because we got to know everything before throwing ourselves forward.

4 comentarios:

  1. Sabes que lo estas consiguiendo y aun conseguirás mas. Lo se .

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    1. Y tú tb tienes que ver en que así sea, amiga :)

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  2. Si, realmente las mujeres vamos modificando nuestra vida, nuestras aspiraciones, nuestras ilusiones porque lo que nos mueve para seguir adelante es precisamente el hacer felices a los tenemos a nuestro alrededor. Cuando nos venimos a dar cuenta no somos ni la sombra de lo que eramos y hay quien tiene la suerte de reaccionar a tiempo aunque sea con renuncias y sacrificios y se puede dedicar a cultivar la felicidad (que termino tan ambiguo!)de su persona y....atender a aquellos a los que hacemos felices y nos necesitan.Los hijos es lo primero en la vida de cualquier mujer.Todo lo demás viene despues.
    Te felicito y te deseo la mayor de las suertes en este camino que has logrado emprender y que lo conserves con alegria y fuerza a lo largo de tu vida. No es fácil y tú lo has hecho.

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    1. No es fácil cumplir con todo, pero se ve que es posible, y eso hay que aprovecharlo, sobre todo no olvidarnos de nosotras y de nuestras inquietudes y metas, que también las tenemos, y parece que son las primeras que dejamos apartadas por falta de tiempo y/o capacidad. Remua

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